Efectos secundarios de la radioterapia
Si ha leído el artículo sobre el funcionamiento de la radioterapia, está en camino de comprender mejor los efectos secundarios del tratamiento. En ese artículo ya habíamos repasado cómo la radiación interactúa con el ADN de nuestras células, dañándolo y comprometiendo su vida.
El objetivo del tratamiento es matar las células cancerosas, pero como no podemos precisar qué célula es cancerosa y cuál es sana, siempre tenemos márgenes de seguridad para tener en cuenta esa incertidumbre, así como otras derivadas del movimiento interno de los órganos y de la capacidad de reproducir exactamente la posición de tratamiento del paciente.
Estos márgenes de seguridad ampliarán el volumen de tratamiento y a menudo abarcarán tejidos sanos vecinos que pueden provocar efectos secundarios. Además, como la gran mayoría de los centros del mundo utilizan haces de radiación de fotones, los efectos secundarios también pueden derivarse de la naturaleza de estas “partículas”, ya que dejan la mayor parte de su energía en el camino para llegar al tumor.
Por lo tanto, a diferencia de la quimioterapia, los efectos secundarios de la radioterapia tienden a estar relacionados con la zona tratada y se correlacionan con el volumen irradiado de tejido sano dentro o cerca del lugar de tratamiento.
¿Significa eso que las células sanas también mueren?
Sí y no. Por supuesto, siempre habrá células sanas dañadas por la radiación y algunas pueden morir. Pero ahí es donde aprovechamos la reproducción celular descontrolada de las células cancerosas. Como éstas se reproducen mucho más rápido que las sanas, tienden a estar más expuestas a los daños de la radiación porque es durante el ciclo celular de reproducción cuando son más sensibles. Mientras se administra el tratamiento y se acumula la dosis a lo largo del tiempo, las células cancerosas pasan por el ciclo celular con más frecuencia que las sanas, acumulando más daño y muriendo más rápido, lo que crea un intervalo de tiempo/dosis llamado ventana terapéutica. En términos más sencillos, como las células cancerosas se reproducen más rápido, también reciben más daño de la radiación y mueren más rápido que las células sanas. Esto significa que existe un umbral de dosis en el que una célula cancerosa muere pero una sana no.
¿Es posible minimizar los efectos secundarios?
Como se mencionó al principio de este artículo, es la cantidad de tejido sano en los órganos sanos circundantes dentro o cerca del lugar de tratamiento lo que determinará si pueden aparecer efectos secundarios y cuáles. Pueden aparecer de diferentes formas dependiendo del órgano irradiado.
Es posible minimizar los efectos secundarios utilizando diferentes estrategias. Una de ellas es la elección de la técnica de tratamiento, así como el nivel de experiencia del planificador. Cuando se utilizan técnicas de tratamiento como la Radioterapia de Intensidad Modulada (IMRT) o la Terapia de Arco con Volumen Modulado (VMAT) es posible reducir la dosis acumulada en los tejidos sanos, minimizando así los posibles efectos secundarios. En comparación con la técnica tradicional 3D Conformal (3DCRT), tanto la IMRT como la VMAT proporcionan potencialmente menos dosis a los tejidos sanos circundantes, ya que pueden producir gradientes de dosis más nítidos y mayores niveles de conformidad de la dosis proporcionando una mejor protección.
¿Cómo podemos predecir los efectos secundarios?
El objetivo de la planificación del tratamiento es siempre encontrar la mejor manera de tratar lo que queremos tratar y proteger lo que hay que proteger. Durante esta fase, todos los órganos relevantes que rodean al tumor se contornean en la imagen de planificación del tratamiento junto con el volumen que se va a tratar. Los sistemas de planificación del tratamiento permiten analizar, para cada uno de los órganos circundantes, la cantidad de radiación que llega a un volumen determinado. Estas relaciones dosis-volumen se estudian mediante modelos radiobiológicos junto con estudios científicos basados en pruebas que nos proporcionan umbrales dosis-volumen y probabilidades de que se produzcan diferentes efectos secundarios.
Es durante la planificación del tratamiento cuando es posible aprovechar todo el potencial de cualquier equipo de tratamiento. Como la mayoría de los equipos más recientes permiten diferentes técnicas de tratamiento, es de suma importancia contar con planificadores experimentados para aprovechar esas diferentes posibilidades. Disponer de nuevos equipos en un departamento puede resultar un poco abrumador para el personal, con tantas cosas nuevas que conocer, comprender y aprender. Si cree que necesita ayuda en una transición de este tipo, consulte nuestro servicio ePlanning, donde podrá encontrar distintas posibilidades que se adapten a sus necesidades.