Maniquí
En el contexto de la imagen médica o la radioterapia, un maniquí es un dispositivo u objeto diseñado específicamente para imitar la anatomía humana o las propiedades de los tejidos. Los maniquíes se utilizan para diversos fines, como las pruebas y la calibración de equipos de obtención de imágenes, las mediciones de dosis, la garantía de calidad, la investigación y la formación.
Los maniquíes se construyen normalmente con materiales que imitan las propiedades físicas de los tejidos humanos, como geles a base de agua, plásticos u otros materiales especializados. Suelen tener la forma de partes del cuerpo o estructuras anatómicas específicas, como cabezas, tórax o extremidades, lo que permite una simulación y evaluación precisas de las técnicas de imagen o tratamiento.
En el campo de la imagen médica, los maniquíes se utilizan para evaluar el rendimiento y la precisión de las modalidades de imagen, como los rayos X, la TC, la RM o los ultrasonidos. Al colocar el maniquí en el campo de imagen, los investigadores o técnicos pueden evaluar la calidad de la imagen, la resolución espacial, el contraste y otros parámetros importantes. Los maniquíes también desempeñan un papel importante en la calibración de equipos de obtención de imágenes para garantizar mediciones precisas y coherentes.
En radioterapia, los maniquíes tienen múltiples funciones. Se utilizan para medir y verificar la administración de dosis de radiación a zonas u órganos diana específicos. Los maniquíes de dosimetría están diseñados para imitar la respuesta a la radiación de los tejidos humanos, lo que permite una evaluación precisa de la distribución de la dosis y garantiza una planificación exacta del tratamiento. Los fantomas también permiten realizar pruebas de control de calidad de las máquinas de tratamiento, incluidos los aceleradores lineales, para verificar su rendimiento y seguridad.
Los maniquíes son herramientas valiosas para la investigación y el desarrollo, ya que proporcionan un entorno controlado y reproducible para evaluar nuevas técnicas de imagen, protocolos de tratamiento o métodos de administración de la radiación. Permiten la comparación y validación sistemáticas de distintos enfoques, lo que contribuye al avance de este campo y a la mejora de la atención al paciente.
Además, los fantomas se utilizan con fines de formación, lo que permite a los profesionales médicos, incluidos radiólogos, oncólogos radioterápicos y técnicos, practicar y perfeccionar sus habilidades en un entorno realista. Los fantomas de formación proporcionan experiencia práctica y permiten adquirir las competencias necesarias antes de trabajar con pacientes reales.
Los maniquíes tienen distintas formas, tamaños y complejidades en función del uso que se les vaya a dar. Se diseñan y fabrican cuidadosamente para garantizar una representación exacta de la anatomía humana o de las propiedades de los tejidos, lo que contribuye a realizar mediciones, calibraciones y formaciones fiables y estandarizadas en los campos de la imagen médica y la radioterapia.