Resonancia magnética
La base de la resonancia magnética es que ciertos núcleos atómicos, típicamente los de hidrógeno presentes en la grasa y el agua del cuerpo humano, se magnetizan cuando se colocan en un campo magnético externo. Al aplicar pulsos de RF, las imágenes se pueden crear en función de las diferencias en la señal de los átomos de hidrógeno en diferentes tipos de tejido. La versatilidad de la resonancia magnética consiste en varios de los muchos tipos posibles de imágenes que se pueden producir, donde cada tipo de imagen tiene un contraste de imagen diferente o ‘ponderación’.
Cada mecanismo de contraste ofrece información única para la detección no invasiva, diagnóstico y caracterización de enfermedad. Las ventajas de la resonancia magnética sobre otras modalidades de imágenes incluyen ausencia de radiación ionizante, resolución de contraste de tejidos blandos superiores, imágenes de alta resolución y capacidades de imágenes multiplanares. El tiempo para adquirir una imagen de resonancia magnética ha sido una gran debilidad.
Las técnicas avanzadas de imágenes utilizadas en imágenes médicas incluyen angiografía por MR (MRA), imágenes ponderadas en difusión, imágenes de cambio químico (supresión de grasas), imágenes funcionales del cerebro y espectroscopía MR (MRS). Los pacientes en los que la resonancia magnética está contraindicada incluyen aquellos que tienen lo siguiente: marcapasos cardíaco, desfibrilador cardíaco implantado, clips de aneurisma, abrazadera vascular de la arteria carótida, neuroestimuladores, insulina o bomba de infusión, dispositivo de infusión de fármacos implantado, estímulo de crecimiento/fusión de enlaces y un cochlear o cochinar implante del oído.